Tal como Sándor Ferenczi apunta en su trabajo “Confusión de Lenguas”, un grave ejemplo de narcisismo parental es cuando los padres violan los límites que diferencian la pasión adulta de la ternura infantil. Tal como el autor afirma, el padre o madre fracasa absolutamente en reconocer quién es su hija o hijo y qué es lo que necesita. Estos padres narcisistas provocan que los niños a su cargo se vuelvan incapaces de un sentido de validación que no sea el de intentar ser un objeto gratificante para el otro. El padre de Anna encajaría en la descripción de Daniel Shaw como narcisista traumatizante: aquel que busca hegemonía para su subjetividad con el propósito de control y aprovechamiento. Este aspecto sádico y abusivo del narcisismo se deriva de la creencia, muchas veces sostenida inconscientemente, según Shaw, “de que la subjetividad del otro, independiente y separada, es una amenaza para la supervivencia, literal o figurada, de la propia subjetividad; y de que el otro, por ta...
Matilda Sedna es el pseudónimo de la autora del libro "El pasado que nos separa".